19.11.09

Pensamientos complicados

Dos semanas después.
Recién acabo de ver la hoja anterior. ¿Desde cuándo soy tan profunda? Será que el sueño me inspiró. Igualmente, este día martes se me ha hecho interminable y agotador… Y obviamente ahora, 22.35, me preparo para una nueva noche agitada. Espero descargar mis pensamientos en estas hojas antes de dormir.
Hoy fue un día como todos los demás. A veces me pregunto si mi vida no será tan rutinaria cómo siempre parece ser. Me imagino en la escuela, siempre junto a Yamila, escuchándola y acompañándola a todos lados. ¿Seré tan dependiente como un perro para ella? Me llena de ira pensar en ello. Y otro recuerdo matutinal: yo siempre intentando mantenerme lejos del grupo de licántropos. Es algo que no puedo evitar, pero me pregunto, ¿serán así de malos? ¿Así de sangrientos y malvados como el de aquella noche? Ya ni sé, porque, como ya dije, el miedo me comió las neuronas años atrás e identifico a cada licántropo como un asesino en serie. ¡¿Por qué todos son así?!
Hoy estoy exactamente enfadada conmigo misma. Dependiente, temerosa, irresponsable (¿nombré que hoy he llevado varias amonestaciones por no hacer las tareas escolares?). Y no sé porqué motivo es. Obvio que ese sueño cambió mis días, pero igualmente no sé lo que me sucede. Una Giselle tosca y bruta ha aparecido.
Argh, ¡mierda!

Ahora estoy un poco más tranquila. Decidí dejar de escribir y distraerme con la televisión. Miré una serie que dura 30 minutos por capítulos y la risa que genera me ha calmado. Faltan unos minutos para que mamá entre y me obligue a apagar la luz. No me quiero dormir, porque sé que va a pasar. Como Freddy Krueger, los recuerdos de esa noche aparecerán y estaré inconsciente por horas frente a ellos. Supuestamente el dormir te relaja, te recupera, te cura y te calma. Los días martes, para mí, dormir es un infierno.
- Giselle, apagá la luz que ya es tarde – me ordena mamá desde el otro lado de la puerta.
Le respondo con un Ok.
Ha a apagar la luz. A dormir. A tener pesadillas.
¡Odio los martes!

Una ya sabida noticia: ¡tengo faringitis! Argh, estoy acostumbradísima a estar enferme de la garganta, pero bueno, al menos no lo siento tanto como faringitis. Para mí, es más "un comienzo de angina". Y ahí voy yo hablando de cualquier cosa...
En fin, ya se vienen capítulos más alegres. Bah, mejor dicho, más emocionantes y no tan sombríos. No sé, quería darle "ese toque de tristeza" asegurada a la novela. Y otro datito, en sí, la novela sería como el diario de la chica. Por eso salta tanto de tema. En fin, me voy porque me duermo, no descansé nada, estoy desde las 7 con el uniforme y lo único positivo fue que me fue bien en Religión.
Bs ♥

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Deadly shoot